Historia Del Aeromodelismo

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HISTORIA DEL AEROMODELISMO

El Aeromodelismo es una afición y un deporte derivado de la técnica de construcción y vuelo de aeroplanos de pequeño tamaño, denominados aeromodelos, que han sido preparados para volar sin tripulación. En 1936 la «Federación de Aeronáutica Internacional» lo incorporó como una sección de la aviación deportiva, publicando un código deportivo internacional. La faceta científica de esta afición comprende el estudio de la aerodinámica, la mecánica, el diseño y proyecto de modelos de aviones y su construcción. Mientras que la parte deportiva consiste en hacer volar a los aparatos de distintas maneras, según el tipo de aeromodelo.

Los aeromodelos suelen hacerse a escala, bien como réplica lo más exacta posible de otros existentes, bien exclusivamente para aeromodelismo o incluso diseños de prueba para futuros aviones reales.

El Aeromodelismo en sus incios

Se inició en el siglo III a.C, cuando Arquitas de Tárento, ideó su famosa paloma voladora, un artilugio de madera forrado en tela. Y es a partir de este episodio, mejorado y reinventado con el tiempo.

Habría que esperar hasta 1871 para que Alphonse Penaud, considerado el padre del aeromodelismo, hiciera volar un sencillo aparato al que denominó “Planophore”, tenía un sencillo y primitivo motor con un peso aproximado de 15 gramos y un recorrido de 40 metros en 12 segundos, cuya hélice estaba accionada por unas tiras de caucho retorcidas y equipado con una cola estabilizadora.

Hargrave, en 1885 en Australia, se hizo famoso con un modelo ornitóptero. Otros precursores son Dandrieux, Llangley y Lilienthal, que antes de volar sus primitivos prototipos, ensayaron con modelos de planeadores junto con otros muchos investigadores.

Pero no fue hasta la década de 1930 cuando se empezó a utilizar el motor de explosión interna para el aeromodelismo. Estos motores desplazaron inmediatamente cualquier otro tipo de motor. Esta aparición hace dar un completo giro al aeromodelismo. Poco a poco se van perfeccionando los motores y debemos subrayar la importancia que tiene la aparición del primer motor de bujía incandescente, con lo que se suprimió el engorroso sistema de encendido de chispa, así como la aún mayor simplificación que suponen los motores diesel. Los modelos se fueron perfilando y cada vez más pareciendo a los aviones reales.

El aeromodelismo encontró una enorme expansión con la aparición del vuelo circular, que en su forma primitiva, se debe a Víctor Stanzel, un tejano que controlaba su modelos con un cable y una caña. La comercialización de este tipo de modelos empieza en enero de 1940. El sistema de control por dos cables en la forma practicada en la actualidad.

El avance más notable en este deporte se produjo tras la invención de la radio por Guillermo Marconi en 1896. Este gran invento se utilizó para dirigir la trayectoria de los aviones mediante ondas radioeléctricas. Los primeros aviones a radiocontrol se diseñaron con válvulas electrónicas y poseían unos botones con los cuales se dirigía el avión, mediante diversas pulsaciones. El emisor transmitía las ondas de radio, las cuales se recibían en un receptor a bordo del avión. El receptor las transformaba y enviaba impulsos eléctricos a unos dispositivos electromecánicos que eran los que movían los mandos del avión; pero su imperfección, su gran tamaño, su peso, y su alto número de fallos, hacían que sólo unos pocos utilizasen este sistema.

Hoy en día cualquier equipo de radiocontrol cuenta con un microprocesador interno y un software más o menos avanzado, el cual permite programar y recordar los distintos parámetros de diversos modelos, haciendo el vuelo más sencillo y seguro.

En la actualidad

En la actualidad la actividad aeromodelista se encuentra ampliamente desarrollada, podríamos decir que internacionalmente está en su apogeo, contándose con instituciones nacionales e internacionales importantes, materiales de avanzada para la construcción, tecnologías electrónicas de punta para las prácticas de vuelo e incluso una amplia disponibilidad informática para el diseño y el aprendizaje de vuelo.

El aeromodelismo, por sobre todas las cosas, es pasión. Más allá de la evolución de sus circunstancias lo que permanece invariable es el desarrollo de la imaginación y el entusiasmo que todo aeromodelista pone en la construcción de un ingenio propio, que nadie como él puede disfrutar viéndolo volar, sintiendo así la recompensa de todos sus esfuerzos para dominar con su modelo la fuerza de la gravedad.

La pasión del aeromodelismo

El aeromodelismo va más allá de la pura diversión convirtiéndose en autentico deporte. Despierta la pasión de lograr el mas difícil todavía. Desarrolla la virtud de la constancia por el trabajo manual, delicado y exacto, fuerte y ligero a la vez. Y cuando aquel sueño, calculado, dibujado, construido con las propias manos vuela, ágil, señorialmente, se experimenta una satisfacción nueva, indescriptible.

¿Que pretende el aeromodelismo?

Ante todo satisfacer el ansia de volar que llevamos dentro. Con relación a la juventud tiene todas las ventajas de cualquier afición encauzada: Desarrollo de la constancia, de la responsabilidad, ingreso con un grupo de amigos con una meta común. Ademas, y como mas específicos: incremento de la habilidad manual, del espíritu de observación de la paciencia y dominio de si mismo.